20100325

'El gran cesto español' se presenta ante la prensa de Shanghai

A poco más de un mes de la apertura de la mayor Exposición Universal de la historia en Shanghái, España desveló hoy su Pabellón-Cesto cubierto por una original piel de mimbre. El acto sirvió también para ofrecer un aperitivo de la muestra que disfrutará el público a partir del próximo primero de mayo, la visión personal del cineasta Bigas Luna sobre nuestras raíces. Una historia contada en siete minutos, que parte de lo natural y transita entre meteoritos, mares y tormentas para desembocar en una danza en vivo que nos conduce de la naturaleza al flamenco y más allá, por el arte, la pasión y el deporte. Una instalación con un claro sello de autor que se completa con otras dos salas expositivas en la muestra De la ciudad de nuestros padres a la de nuestros hijos. (En la imagen, vista general de la fachada del Pabellón de España).

Se trata de la respuesta española al hilo temático Mejor ciudad, mejor vida de la Expo de 2010, que reúne en Shanghái a más de 240 participantes y que espera la visita de 70 millones de personas. Durante seis meses, el mundo se dará cita en la dinámica metrópolis china para analizar desde todos los ángulos el reto del masivo éxodo del campo a la ciudad. ¿Cómo queremos que sea un mundo donde más de la mitad de la población vive ya en núcleos urbanos? ¿Es posible equilibrar bienestar y sostenibilidad en las megalópolis del siglo XXI? ¿Y cómo afecta esta revolución demográfica a nuestras sociedades y, por ende, a los propios ciudadanos? Todas son preguntas que planteará la Expo.

El pabellón español se presenta con un continente y unos contenidos ajustados al tema. El edificio, proyectado por la arquitecta Benedetta Tagliabue, conjuga el concepto de sostenibilidad —representado por 8.524 paneles de mimbre, un material tradicional y una técnica artesanal utilizados tanto en China como en España—, y el de innovación científica y tecnológica, como pone de relieve la complejidad técnica de su estructura de acero y cristal. El edificio, que alcanza 7.624 m2 construidos en una parcela de 6.000 m2, ya fue señalado por los organizadores como “uno de los más destacados por su diseño” junto a los de Reino Unido, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Singapur.

“Quisimos volver a un material casi olvidado para ver qué aplicación puede tener en la arquitectura a gran escala”, ha dicho la arquitecta. Con el mimbre, prosigue, “hablamos de la artesanía, de los materiales naturales y de reinventar algo cada vez un poco más cercano a la naturaleza humana”. Nacida en Milán (Italia) y afincada en Cataluña, Tagliabue fue co-autora junto a Enric Miralles de la renovación del mercado de Santa Caterina (2005), en Barcelona, o la sede del Parlamento de Escocia (2004), por el que recibió, entre otros, el Premio Nacional de Arquitectura Manuel de la Dehesa. En el Pabellón español, fiel al espíritu de preservar la tradición del estudio artesanal en sus proyectos, la arquitecta quiso “huir del concepto tradicional de caja contenedora”, y optó por un material sostenible “para abrir paso a grandes patios, a la manera de cestos, que permiten un tránsito fácil y fluido”.


Detalle del interior del 'gran cesto español' en Shanghai.

El Estudio EMBT Miralles-Tagliabue ha sido reconocido por el pabellón en el World Architecture Festival (WAF) de 2009 en la modalidad de ‘Proyectos futuros’ y recibió el Premio Ciutat de Barcelona al edificio con mejor proyección internacional de 2009. Todos los paneles que lo componen han viajado desde la provincia de Shandong (nordeste de China) para ser engarzados uno a uno sobre 25 kilómetros de acero tubular. El tinte natural obtenido gracias al hervido del mimbre compone sobre la cubierta, como un mosaico, caracteres chinos con referencias a elementos naturales como ri (sol) o yue (luna). Completar el edificio ha llevado cerca de un año y su ejecución ha corrido a cargo de Inypsa, como constructora, e Ingenor, en los trabajos de ingeniería, ambas empresas españolas.

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